Acabando nuestro viaje por Chequia decidimos pasar unos días en Bratislava, nos venía también perfecto para coger nuestro vuelo de vuelta. Además, siempre cuando podemos y hay ofertas de compañías áreas, intentamos escaparnos a mi tierra.
A Bratislava puedes volar directamente desde Mallorca a partir de abril hasta finales de octubre, pero también desde Madrid o Barcelona, con Ryanair o Vueling. Otra opción es coger el vuelo hacia Viena y desde allí, hay varias compañías de autobuses, que van más o menos cada 20 minutos, y en menos de 1 hora estas en el centro. En Bratislava hay tres paradas, nosotros siempre salimos en la al lado de puente nuevo, “Most SNP”.
Dia 1: Llegamos a Bratislava un poco antes de mediodía y después de dejar las maletas en el hotel y una ducha rápida fuimos a comer. Tenemos ya nuestro restaurante preferido, “Koliba Kamzik”, donde siempre pedimos los típicos platos eslovacos, “bryndzove halusky”, unos ñoquis con una especie de queso y “bryndzove pirohy”, una especie de raviolis rellenos de mismo, acompañados con nata agria y bacon frito.
Hacia buen tiempo y después de comer decidimos dar un paseo con el barco por el Danubio. Elegimos la vuelta de unas dos horas, que te lleva desde las vistas a la parte histórica de la cuidad y su castillo hasta las ruinas de cercano castillo Devin. Los tickets los compramos a través de internet, pero también se pueden comprar en la taquilla cerca de salida del barco.
Acabando nuestra ruta estábamos cerca de Eurovea, un moderno y extenso centro comercial a la orilla del rio. En verano es muy agradable sentarse en una de las terrazas de varios restaurantes que hay allí. Dimos una vuelta por las tiendas, hicimos unas compras y fuimos tomar mi postre favorito, frambuesas calientes con helado y nata y Emilio unas cervezas.
No tuvimos mucha hambre para cenar este día y además, estábamos cansados del viaje, así que esta noche fuimos a dormir pronto, para levantarnos con suficientes fuerzas para subir al castillo.
Dia 2: Inicialmente era nuestro plan subir al castillo andando, que son unos 30 minutos de una ligera cuesta, pero saliendo del hotel nos encontremos con el rojo trenecito “Vlacik Blavacik”, que además llevarte cómodamente al castillo te da una vuelta por la cuidad histórica. La audio guía que te dan explica diferentes paradas esta en varios idiomas, basta, que en la hora de comprar tus billetes indiques cual te interesa a ti.
Una vez subidos al castillo, tuvimos una parada de unos 20 minutos, suficientes para disfrutar de vistas al rio, a la cuidad, al UFO y para hacernos unas fotos.
Esta vez no visitamos los interiores de castillo, ya que dentro estuvimos antes en varias ocasiones. Si te interesa, puedes comprarte la entrada en la taquilla dentro de propio castillo y asi visitar el museo histórico, que está situado allí. Además, tuvimos adelante nuestro otro plan, subir al panorámico restaurante UFO, situado en el puente nuevo, encima de Danubio. En menos de 1 minuto un ascensor te lleva a una altura de casi 100 metros desde donde tuvimos unas vistas de 360º a toda Bratislava.
Si te apetece, se puede también comer allí, pero yo tenia ya en la mente otro plato, queso rebozado y frito con patatas y mayonesa, para comerlo nos fuimos hacia Aupark, otro centro comercial muy cercano.
En Bratislava hay multitud de modernos centros comerciales, pero este es que visitamos casi siempre. Me gusta no solo por las tiendas que hay allí, pero también por los restaurantes rápidos, pero no fast foods, que están en la última planta. Por un precio muy atractivo, puedes comer los platos tan buenos, como pato asado, pollo relleno, estofado de ternera o muchos más. Además, hay varios puestos de zumos frescos, donde en un segundo te hacen uno a tu gusto. En el mismo centro comercial se encuentra cine en 4D, queda pendiente para nuestra siguiente visita.
Desde Aupark al centro se tarda unos 15 minutos de tranquilo paseo por el puente cruzando el rio, y este día nos vino bien andar un poco.
Al llegar al centro, al lado de hotel Radisson, había un mercadillo de productos de artesanía típica de Eslovaquia, había muchas cosas bonitas y nosotros nos llevemos un mantel para nuestro salón.
Para cenar este día elegimos el restaurante/ cervecería Fabrika, que está situado en el Hotel Loft. Su gran atractivo es la propia fábrica de cerveza artesana, dentro de restaurante se pueden ver los barriles de destilación. Para comer puedes pedir pasta, hamburguesas o carne, todo por el precio muy razonable.
Dia 3: Nos gustan los mercadillos y no pudimos no ir ver el de Bratislava, que está abierto cada sábado hasta las 3 de la tarde y está situado en “Stara Trznica”. Había varios puestos con fruta y verdura ecológica de los agricultores locales, puestos de carne, queso pero también puestos para picar algo. El día que fuimos nosotros hubo mercado de libros de segunda mano y según nos han comentado algunos vendedores, cada semana se organiza venta de diferentes productos de segunda mano.
La tarde le hemos dedicado a paseo por el centro histórico y sacando unas fotos de los lugares tan imprescindibles como la “Puerta de San Miguel”, la «Catedral de San Martin», la “Iglesia Azul”, el “Palacio Primicial” o el “Teatro Nacional”.
Nos encontramos con los personajes clave de estas calles como “Cumil” una pequeña escultura del obrero saliendo de la alcantarilla, bastante original y algo típico de Bratislava. Al sentarnos en el banco en la Plaza Principal, poso con nosotros uno de los saldados de Napoleón, que está allí a todas horas y con su sombrero nos saludo otro habitante de bronce.
En resumen Bratislava es una ciudad en la que puedes perderte un par de dias, relajarte y comer bien, nosotros vamos varias veces al año, así que no podemos hacer otra cosa que recomendarla. 🙂
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