Estábamos haciendo nuestro road trip por Chequia y antes de visitar el Castillo de Lednice decidimos pasar la noche por el camino, en Brno que esta unos 40km de allí. Buscábamos un hotel con fácil acceso al centro y a la autopista y que tuviera parking gratuito y el Hotel Santander cumplió con todo esto.
Esta ubicado en una antigua villa, rodeado de árboles y te hacer sentir como si estuvieras en el bosque o en la montaña y no en la cuidad.
En la entrada tiene una pequeña terraza con sillones, donde puedes relajarte al llegar. La casa está dividida en tres plantas y no tiene ascensor, pero la subida por las escaleras no se hace pesada, lo podemos confirmar por propia experiencia, ya que nuestra habitación estaba en la tercera.
La decoración de la habitación era muy acogedora, en combinación de madera natural y blanco lacado, la cama súper cómoda y el baño con ducha suficientemente amplio.
El desayuno estaba incluido en el precio (pagamos unos 65 € la noche) y se sirve en la planta baja, puedes elegir de seis distintos tipos de menú más algo de bufet, pero también se adaptan a tus exigencias. Nosotros cogimos el clásico, unos huevos revueltos, bacon y salchichas y fue más que suficiente.
El personal de hotel, disponible las 24 horas, fue muy amable y nos recomendaron un buen sitio para cenar cuando llegamos.
Fue una elección de último momento, parados en una gasolinera, ya cansados de conducir, elegimos el sitio correcto. 🙂
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