La primera parada en la segunda parte de nuestro road trip por Chequia fue Cesky Krumlov, una ciudad medieval que parece sacada de un cuento.
Nosotros fuimos en coche desde Bratislava pero, si estas alojado en Praga, hay tours que te llevan hasta allí para pasar un día.
Si te vas a quedar por la noche, sobre todo en verano, es importante que reserves el alojamiento con antelación y que no te pase como a nosotros y que tuvimos que cambiar de hotel cada noche.
Te recomiendo coger uno que esté dentro de centro histórico, o por lo menos a «walking distance», nosotros estuvimos una noche en la Pension Barbakan y la otra en la Penzion Prelat, las dos muy recomendables y con parking propio.
El imponente castillo es lo primero que puedes admirar ya antes de entrar a la cuidad. Situado al lado de río Moldava, que atraviesa la cuidad, y encima de una roca no puede tener mejor ubicación.
Se puede visitar su interior y una vez dentro puedes disfrutar de las preciosas vistas a toda la ciudad. Hay 3 circuitos distintos y la visita de la torre, que es independiente.
En cada circuito puedes ver diferentes partes del castillo y todos siempre empiezan en una hora concreta. Te recomiendo que, si te quedas como nosotros un par de días, vayas el primer día a comprar las entradas y así te aseguras que veras todo.
Nosotros hicimos los tres circuitos, nunca se sabe si tendrás otra ocasión y así nos aseguramos de no quedarnos con la pena de lo verlo todo.
El precio de la entrada depende, si te coges circuito en checo o en otro idioma (inglés, alemán o ruso). El Castillo abre de martes a domingo y el horario depende de la temporada (os dejo una foto de los horarios abajo).
Si Cesky Krumlov no tuviera su castillo también seria una cuidad con mucho encanto. Las callecitas en forma de laberinto y las casitas con fachadas góticas, renacentistas o barrocas en colores muy vivos y tan bonitas que hasta UNESCO los declaró patrimonio de la Humanidad.
Puedes encontrar puentes de madera y antiguos molinos dentro de centro histórico, cual es casi todo peatonal.
Namesti svornosti es una pequeña plaza de forma cuadrada donde destaca un edificio blanco con el escudo de los Schwarzenberg, la familia de origen alemán que durante siglos estuvo conectada con la ciudad y se llama “Radnice” o ayuntamiento. En esta plaza se encuentra el cajero automático y la oficina de turismo.
Si bajas desde aquí hacia castillo tienes que cruzar “Labeznicky most”, un puente de madera sobre el río desde cual hay unas bonitas vistas a la fachada del castillo. Allí te encontraras con los músicos callejeros y multitud de turistas haciéndose fotos, igual que nosotros 😊.
Otro punto desde donde puedes admirar el castillo, el río y una buena parte de la cuidad es el mirador que está cerca de Penzion Barbacan. No lo voy a describir con palabras, abajo dejo una foto para que lo puedas apreciarlo tú mismo.
Dicen, que la iglesia más bonita de esta cuidad es la Iglesia de Santo Vito. Esta construida en estilo gótico, la entrada es gratuita y, si tienes tiempo verla, vale la pena la visita.
Con la cuidad están vinculadas varias historias de fantasmas. Si te apetece pasar una noche de miedo y escucharlas de un guía local, puedes cogerte un tour nocturno que empieza a las 9 y dura una buena hora. Los puedes contratar directamente en alguna de las agencias locales, hay bastantes.
Muchas de las casas se han convertido de alojamientos o restaurantes, donde puedes disfrutar típica comida checa como cerdo o pato asado con col y knedla (una especie de pan hecho al vapor) llamado “knedlí–vepro–zeli”.
Cerca de puente Labeznicky hay un pequeño puesto con “trdelnik”, típico dulce de Chequia y muy rico.
Como siempre, aquí dejamos unas fotos.
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