Era aun pronto por la mañana cuando acabamos la visita de Wilpattu, era hora de cambiar de zona, nuestro chófer nos estaba esperando y nos pusimos en ruta, el plan era parar en Aukana y Dambulla y terminar en Sigiriya.
Aunque no había que desviarse mucho el chófer se tuvo que parar un par de veces a preguntar para llegar, al final llegamos sin mas problemas, el motivo de esta parada era visitar el famoso Buda de Aukana.
Tuvimos que subir andando por un sendero, pagar 1000 rupias y, como siempre, dejar los zapatos en la entrada, había bastante gente, turismo local y devotos, no vimos ningún extranjero.
El buda esta en la posición de Asisa Mudra, que es la de la bendición levantando la mano derecha.
La parada mereció la pena, aunque había algunos andamios de reparación, la parte frontal estaba totalmente libre y se podía admirar sin problemas, estuvimos un buen rato tirando fotos, admirando el buda y viendo como los locales entregaban sus ofrendas.
En los alrededores hay un pequeño templo y cerca de la entrada hay un «puesto» donde venden recuerdos y ofrendas.
Tras la visita bajamos otra vez por el sendero al encuentro de nuestro chófer, próxima parada Danbulla.
Llegamos al «recinto» que esta compuesto por las cuevas y por el «Templo de Oro», nuestro chófer nos dejo en el parking, en el lado de las cuevas, y empezamos a subir las escaleras, hay una buena subida, para entrar pagamos 1.500 rupias.
El tempo es moderno y bastante recargado, algo hortera para mi gusto, si aun así quieres visitarlo, lo suyo es subir por un lado y bajar por el otro, le tendrás que decir a tu chófer que te espere allí, por ejemplo subir por la parte de las cuevas y, tras la visita, bajar al templo y que te recojan allí, la entrada al templo es gratis.
En cuanto a las cuevas, de las de mas de 80 que hay por la zona, 5 son las que se se visitan y en las que encontraras frescos y/o estatuas:
- Devaraja Lena
- Maharaja Lena
- El Maha alut Viharaya
- Paccima Viharaya
- Devana Alut Viharaya
Las cuevas siguen siendo un templo budista en uso y fueron declaradas patrimonio de la humanidad en 1991.
Después de visitar las cuevas, paramos para comer algo y directos hacia nuestro hotel, era el fin del trayecto del día, tocaba descansar.
Nos quedábamos en el «Wali Kukula Nest» un hotel de nueva construcción bastante cerca de la roca y que regentaba una chica, suiza creo, que hablaba español.
Nos duchamos, cenamos algo y nos fuimos a dormir, teníamos muchas cosas que hacer al día siguiente.
Nos levantamos pronto desayunamos, llevamos la ropa a la lavandería (10 piezas 350 rupias) y nos pusimos en marcha, el día estaba planeado, primero ir a la roca de Sirigiya y luego de safari a Minneriya, comeríamos por el camino.
Lo primero era visitar el complejo arqueológico de Sirigiya y subir a la roca, así que tras un paseo nos plantamos en la puerta, primera impresión, muchísima gente …
Tras pagar 30 USD para entrar atravesamos los jardines reales y nos dirigimos hacia la escalera de acceso a la roca (Lion’s Rock.), la cola de gente era impresionante, nos armamos de paciencia y empezamos a subir, la subida es durilla pero nada del otro mundo, para todos los públicos.
Durante la subida pasareis por la «Cueva Cobra» donde se observan unos frescos de mujeres desnudas, poco después de eso llegaras arriba.
Arriba encontraras las ruinas de un palacio, un monasterio y algunas otras cosas aunque lo mas impresionante son las vistas. El complejo es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde el año 1982.
Tras abandonar el complejo corrimos hacia el hotel, a las 1.30 habíamos quedado para irnos de Safari a Minneriya, casi sin tiempo de ducharnos estábamos metidos en el Jeep.
Por el Sáfari en Minneriya pagamos 8.000 rupias por el coche y 5.170 rupias por la entrada al parque de los 2, nos recogían a la 13:30 y nos dejaban a las 18:30, había casi una hora de camino.
Es un Safari en el que avistas muchísimos elefantes, pero casi exclusivamente elefantes, de todos los que hicimos en Sri Lanka quizás el que menos nos gusto, aun así disfrutamos mucho viendo los animales.
Tras un par de horas de Safari volvimos hacia el hotel, paramos a comer por el camino en un restaurante con una terraza con vistas a manadas de elefantes, un buen sitio para comer.
Llegamos al hotel reventados, ducha, cena y a dormir, nos esperaba otro día movido, pero eso ya es otra historia.
Como siempre aqui dejamos algunas fotos.
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